La voz se produce gracias a la acción coordinada de casi todo nuestro cuerpo. El aparato fonador o vocal está integrado por estructuras musculares de diferentes regiones y por elementos del aparato respiratorio y secundariamente se relaciona aparato digestivo.
Es importante remarcar que ninguna estructura de nuestro cuerpo tiene como función única y primera la producción de la voz. La voz fue una adaptación evolutiva posterior a otras acciones imprescindibles de la vida. Así, la laringe, a la que relacionamos de forma automática con la voz tiene como función principal la protección de las vías respiratorias. Otro elemento comúnmente escuchado cuando se habla de canto son las cuerdas vocales, pero esta no es su función primordial ya que en otras especies existen estos pliegues vocales y no emiten sonidos. En las aves por ejemplo, la laringe no interviene en la producción del sonido, ya que los sonidos se originan en la siringe que se localiza en el extremo inferior de la tráquea.
Hablando de la laringe, se puede decir que es el órgano específico para la producción del sonido y propiamente lo que podría llamarse el instrumento de la voz. Está situada en el interior del cuello por encima de la tráquea, tiene forma de cono y está constituida por formas cartilaginosas, musculosas y nerviosas, teniendo su soporte en un pequeño hueso movible llamado hioides, situado encima de todo el armazón laríngeo y que tiene un importante rol como activador de los movimientos de la laringe.
- Cartílago cricoideo: ocupa la parte inferior y posterior de la laringe por encima de la tráquea, tiene forma de sello y está ligado al cartílago tiroideo.
- Cartílago tiroideo: situado en s parte superior y anterior es el mayor y constituye su protección, tiene forma de escudo.
- Cartílagos aritenoideos: son dos pequeños cartílagos en forma de pirámide situados en la parte posterior y sobre el cartílago cricoideo que son muy importantes para la fonación.
- La epiglotis: es otro cartílago elástico de forma oval, más ancho arriba y más fino abajo y ligado íntimamente a la base de la lengua. Durante la deglución permanece cerrado impidiendo el paso de la comida o cuerpos extraños hacia la tráquea, mientras que durante el proceso respiratorio y vocal permanece abierto.
Las zonas musculosas se dividen en internas y externas.
Las internas y protectoras de la laringe están constituidas por los músculos constrictores (cricoaritenoideo) responsables de la producción del sonido y ligados a la función respiratoria al acercar las cuerdas vocales y cerrar la glotis en el momento de hablar y cantar, y los músculos tensores (tiroaritenoideos) que son propiamente los de las cuerdas vocales, a la vez que son los reguladores de su mayor o menor tensión.
Las zonas externas de la laringe son movibles y se ocupan de elevarla y bajarla durante la emisión. Esta movilidad puede apreciarse poniendo los dedos en una prominencia llamada “Nuez de Adán”.
Vale la pena destacar brevemente el funcionamiento de la musculatura laríngea:
Son dos pequeños músculos de color blanco rosáceo insertos en la mucosa por la que está tapizada la laringe y de cuya vibración nace la voz. Durante la emisión son numerosas sus modificaciones, tanto en espesor como en la longitud y del equilibrio de estas modificaciones depende la correcta emisión de la voz.
Las cuerdas vocales al respirar se separan dejando pasar el aire que al hacerlas vibrar produce sonido (a más intensidad de sonido mayor punto de contacto). Las condicionantes del timbre y de la calidad del sonido son su tensión, espesor, longitud y tamaño. La dimensión así como su movilidad varía según sea la voz, a voces graves mayor espesor y longitud, a voces ligeras y agudas, más cortas y delgadas.
Por último, pero no menos importante, citaremos a la glotis que es el espacio de abertura triangular que hay entre las dos cuerdas vocales por el que pasa el aire que entra y sale de los pulmones.
En el espacio supra-glótico sobresalen los relieves ventriculares o con cuerdas falsas, que no producen sonido, como se creía, pero que ahora tal como indica el Dr. Canuyt en su libro “La voz”, sí parece que ayudan a su formación y reforzamiento.
Por debajo de estas bandas y encima de las cuerdas vocales hay una cavidad llamada ventrículo de Morgani que también se viene demostrando que juega un importante papel durante la fonación.
Cuando hablamos de fonación hacemos referencia a la voz hablada y cantada, ya que ambas utilizan los mismos mecanismos para su producción, aunque debido a sus características especiales, la voz cantada usará los elementos del aparato fonador de modo mas controlado.
El aparato fonador se divide para su estudio en tres porciones:
1. La mancha o fuelle: formada por las estructuras infraglóticas que determinan la mayor o menor presión del aire respirado.
2. El vibrador: constituido por los pliegues vocales (cuerdas vocales) de la laringe.
3. Los resonadores: integrados por las cavidades supraglóticas.
A pesar de esta división el aparato fonador es un todo homogéneo e inseparable, por lo cual cualquier alteración o modificación en alguna de sus partes determinará una modificación o alteración en las demás. Cualquier tensión muscular excesiva en cualquiera de ellas provocará problemas en la emisión de la voz y alteraciones a largo o corto plazo en la laringe.
El aparato fonador.pdf
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Fuentes:
- “Cómo educar la voz cantada y hablada”
- Cristián Caballero
- “La voz como instrumento. Palabra y canto”
- Francisca Cuart
- “The contemporary singer”
- Anne Peckham
- “La voz”
- Dr. Georges Canuyt